¿Cómo no vamos a caer rendidos a este estilo?
Dulce, delicado, sofisticado, romántico y con una historia. Piezas clásicas con evidentes marcas del paso del tiempo, muebles de forja y flores, muchas flores.
Este estilo está inspirado en las casas de campo de Gran Bretaña, donde predominan complementos antiguos: lámparas de araña, muebles tapizados, espejos con mucha personalidad, vajillas de porcelana…
La recuperación de elementos antiguos y su restauración es clave para crear un ambiente shabby chic. También lo son los colores pastel como el rosa, el azul y el verde mint, tanto en las paredes como en los textiles.
Una encantadora decoración un tanto retro pero muy delicada.
We love it.